AB OVO
(Loc. lat., "desde el huevo".)
Expresión acuñada por Horacio en Ars poetica que hace referencia al huevo de Leda ( En la mitología griega, esposa de Tindáreo, rey de Esparta, que fue seducida por Zeus bajo la apariencia de un cisne. De él puso dos huevos: uno en el que incubó a Pólux y Helena, hijos inmortales de Zeus; y otro en el que incubó a Castor y Clitemnestra, hijos mortales de Tindáreo). Disposición lineal del relato que consiste en contar una historia desde el principio de los acontecimientos hasta su final, respetando el orden cronológico de los hechos y su causalidad.
"Canto las armas [...] y al héroe que forzado al destierro por el hado/ fue el primero que desde la ribera de Troya arribó a Italia/ y a las playas lavinias. Batido en tierra y mar arrostró muchos riesgos/ por obra de los dioses, por la saña rencorosa de la inflexible Juno."
Eneida, VIRGILIO (Trad. Javier de Echave-Sustaeta)
El poema épico Las Ciprias, escrito en dialecto jonio por el poeta griego Estasino (entre los siglos VIII y VI a. de C.), comienza el relato de la guerra de Troya desde el huevo de Leda ya que, según su autor, sin él no hubiese existido Helena y, sin Helena, jamás hubiese habido guerra.
De Horacio (Sátiras, I, iii, 5.), nos ha llegado también la expresión Ab ovo usque ad mala, "de principio a fin", que hace referencia a la costumbre latina de iniciar la coena ("cena") con un aperitivo de huevos, y finalizarla con fruta.
El huevo es, por otra parte, símbolo del origen del Universo en numerosas cosmologías. Un mito muy arraigado en la cultura china habla de una forma de caos preexistente, un Universo original sin definir (el huevo cósmico) donde residía un ser superior (P"an-ku), de cuyo sacrificio procede nuestro Universo: ordenó el caos para crear el mundo y, al romperse el huevo, murió. Los hindúes creen que el Universo es una gran esfera encerrada, un huevo cósmico dentro del cual hay muchos cielos concéntricos, infiernos, océanos y continentes. Para los alquimistas, el huevo cósmico, alquímico o filosofal, es un recipiente herméticamente cerrado, en cuyo interior tendrían lugar toda una serie de transformaciones que, al igual que los cambios del embrión en el interior del huevo, darían nacimiento a la piedra filosofal. Incluso desde el ámbito científico, el astrónomo estadounidense Carl Sagan, define el Big Bang como la explosión inicial del huevo cósmico que dio origen al Universo. La identificación simbólica entre el huevo como origen y el huevo como inicio del relato, se ejemplifica a la perfección en el comienzo de la novela Cien años de soledad, donde Gabriel García Márquez establece evidentes paralelismos con el relato bíblico del Génesis.
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo."
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ.
Finalmente, el mito es interpretado cómicamente por Aristófanes en la parábasis de Las Aves, en la que el dramaturgo recrea una cosmogonía que imita y parodia el estilo de las teogonías antiguas y los relatos órficos, para demostrar cómicamente que las aves son más antiguas que los hombres:
Y de Erebo en el regazo ilimitado
engendraba lo primero un huevo huero Noche de alas negras
del que, con el transcurso de las estaciones, nació Eros, el deseado,
de espalda refulgente por su par de alas de oro parejo a torbellinos raudos por el viento.
ARISTÓFANES.
Véase Ab origine, Disposición del relato, In extrema res, In media res, Ordo artificialis, Ordo naturalis.